jueves, 11 de diciembre de 2014

Capítulo 10

Llevo varios meses fuera de casa, he tenido que dormir en sitios en los que no me gustaría volver a dormir pero curiosamente no me he encontrado con nadie que me ayudara a encontrar el campamento. No he hablado con practicamente nadie en estos meses y me está pasando factura. Le he pedido ayuda a mi padre, que me guiara o que hiciera algo para que pudiera encontrar el campmento pero desde el día de la carta no he recibido nada suyo. Que raro.
Son las ocho de la tarde y empieza a anochecer en Nueva York y mi búsqueda esá siendo un desastre. Ya no me queda casi dinero para poder alquilar un hotel, esta erá mi última noche en un hotel y si no encuentro mañana el campamento desistiré y volveré a casa muy decepcionada.
El hotel que selecciono es uno de 3 estrellas con camas blandas y duchas en las habitaciones. Todo un lujo. Me tumbo en la cama mirando al techo y me pongo a pensar en los decepcioanante que está siendo esto. Ni siquiera las arpías han venido a por mí y eso significa que no les supongo una amenaza a nadie.
Y entre pensamientos quedo dormida.
-AHHHHH!
Me arde el cuello, no puedo respirar.
- Qué pasa?!!
- Oh, es el colgante!.- Entonces me saco el colgante rapidamnete del cuello y lo dejo en la cama, me ha dejado un leve quemazo en la piel.
- Que raro.
Entonces me acerco al colgante que no deja de brillar y veo que la inscripción ha cambiado. Ahora pone"tus respuestas llegarán"
- Vale, eso ha sido muy raro. Mi padre me ayuda, impresionante.
Me ducho y disfruto viendo la tele de la habitación cuando llaman a la puerta.
- Vale, el día ha empezado un poco raro.
Abro la puerta y tengo delante a un hombrecillo con un casco con alas.

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